martes, 14 de diciembre de 2010

Los personajes de Al final del Arcoíris y sus intérpretes

Natalia Dicenta es Judy Garland:

Irónica y afilada, la Judy Garland de la obra se encuentra al final de una vida llena de decepciones amorosas, inseguridades y fluctuaciones en su carrera profesional. Estamos en Londres,  es el año 1968, y su prometido (en breve, marido nº 5) Mickey Deans, intenta relanzar a la estrella a través de unas actuaciones en el célebre Talk of the Town. Pero a Judy no le será fácil volver a subir a los escenarios sin la “inestimable” ayuda del alcohol y los narcóticos.



Natalia Dicenta es Judy Garland, y lo es por sus méritos como actriz y como cantante. Para Natalia, hija de dos grandes actores (Lola Herrera y Daniel Dicenta), el teatro ha sido siempre su casa, donde se recuerdan sus interpretaciones en  “La Zapatera Prodigiosa”, “Ay, Carmela” y “Solas”, entre otras,  y también ha cosechado éxitos en la televisión y el cine. Pero lo que hace a Natalia única  para este “tour de force” interpretativo es su talento como cantante: desde hace diez años pisa los escenarios de los más grandes festivales y locales de jazz dejando al público boquiabierto con sus dotes de gran dama de este género. En breve publicará su primer disco que coincidirá con el que ha grabado en homenaje a Judy Garland con los temas principales de “Al final del Arcoíris”


Miguel Rellán como Anthony:

Anthony es el pianista que acompañará a Judy en su resurgimiento. Pero además de eso, es su amigo y su más ferviente admirador. Algunas de las líneas más divertidas y mordaces de la obra salen de la boca de este personaje que viene a representar a todos los admiradores gays de este gran icono y que, al final, viendo que Judy es incapaz de remontar y volver a su antiguo esplendor -o que el precio para ello es demasiado grande-, se ofrece a ser su salvador.


Un personaje con esa particular mezcla de ironía, aguda inteligencia y ternura, no podría encontrar mejor intérprete que Miguel Rellán, conocidísimo por su participación en numerosos roles protagonistas y de reparto en series de televisión, pero, sobre todo, como uno de los grandes del cine y del teatro español. Ha sido galardonado con un Goya por Tata mía, entre numerosos premios, y  nos ha regalado, entre otras interpretaciones, su hilarante papel en Amanece, que no es poco,  El bosque animado, y el  El crack


Javier Mora es Mickey Deans:


Mickey y Judy se conocieron en 1967, justo un año antes del momento que recrea la obra… irónicamente una noche que él le llevó un bote de pastillas al hotel. En esos momentos, Mickey dirigía una discoteca en Nueva York y pronto se convirtió en una figura clásica en la vida de las divas: el novio/marido/manager.  Judy soñaba con haber encontrado, por fin, el amor de su vida, pero lo que encontró fue un explotador más… como lo habían sido Louis B Mayer o su propia madre al principio de su carrera.  


Judy soñaba con haber encontrado, por fin, el amor de su vida pero, una vez más, no fue así.




Carismático, seductor y algo canalla, Mickey tenía que encontrar un actor que pudiera interpretar todos sus registros. Y se ha encontrado en Javier Mora, un intérprete andaluz que dio sus primeros pasos con la Compañía Nacional de Teatro Clásico en montajes como El burlador de Sevilla o Salomé, de Oscar Wilde, y se convirtió en un rostro popular con su personaje del gitano Raimundo Salazar en la serie de televisión El síndrome de Ulises. El 2011 va a ser, sin duda, el año de su consagración como actor con el estreno de la tv movie protagonizada por él, Operación Malaya, y el de la película El alzamiento nacional, entre otros y, cómo no, con el estreno de Al final del arcoíris


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